Cuando un blogger consigue un determinado número de suscriptores, los anunciantes empiezan a ponerse en contacto con él. Además, el blogger necesita formar un equipo que lo ayude con el diseño de historias, publicaciones y preparación de contenidos.
El blogger continúa ganando audiencia, vendiendo publicidad, pero nadie piensa en el aspecto legal. Por lo tanto, intentaremos descubrir por qué el blogger aún necesita firmar un contrato y con quién debería celebrarlo.
Contrato con el anunciante
Tarde o temprano, un anunciante se acerca a un blogger exitoso y le ofrece anunciar sus productos o servicios.
Alguien pide grabar varias historias, alguien necesita una publicación en las noticias. Algunos no quieren pagar por adelantado, otros aceptan el prepago 50%.
Al mismo tiempo, puede surgir una situación de este tipo cuando el anunciante no paga dinero o exige grabar más historias de las acordadas originalmente. Para evitar situaciones imprevistas, un contrato ayudará al blogger.
Es a través del contrato que se puede regular la cantidad de contenidos y los plazos de su publicación, el orden de pago y la responsabilidad por mora. Además, el contrato puede contener numerosos matices que regulan las relaciones con el anunciante de la A a la Z.
Además, es importante especificar en el contrato que el blogger no es responsable de la calidad del producto o servicio, sino que sólo proporciona a su audiencia la información que le proporcionó el anunciante. Esto es necesario para que, en caso de quejas de los consumidores que utilizaron el producto o servicio, el anunciante no acuse al bloguero de proporcionar información falsa a su audiencia.
Prestar atención. Los grandes anunciantes suelen tener sus propios contratos que los blogueros firman sin analizar su contenido. A menudo, estos acuerdos contienen condiciones bastante desfavorables para los blogueros, en particular, multas bastante elevadas por publicación fuera de plazo. En tal situación, debe analizar el contrato usted mismo o con la ayuda de abogados y no tener miedo de proponer sus propias modificaciones al contrato.
Una opción aún mejor es tener su propio contrato y coordinar ya con el anunciante su editorial.
Acuerdo con el equipo.
A medida que crece la audiencia, el blogger puede decidir contratar asistentes. Puede ser un creador de historias, un fotógrafo, un diseñador, un administrador de SMM, etc. Recomendamos celebrar un contrato con cualquier persona que realice determinadas tareas para el blogger. Especialmente si dicho trabajo se realiza de forma permanente.
¿Qué puede contener un contrato así? En el contrato, es posible regular una lista clara de las funciones del contratista y sus particularidades, el procedimiento para realizar dichas funciones, el costo de los servicios del contratista y el procedimiento de pago. El contrato también puede determinar la distribución de los derechos de propiedad intelectual sobre los objetos creados por el contratista e incluir una sección sobre información confidencial.
Tenga en cuenta que el contrato también puede contener una prohibición para que el contratista coopere de forma independiente en el tema con los mismos anunciantes con los que trabaja el blogger, o trabaje con los competidores del blogger, o incluso realice la misma actividad (dirigir un blog similar).
El contrato celebrado con el contratista es una garantía del cumplimiento de sus obligaciones por parte del contratista y la protección del blogger contra una posible competencia por parte del contratista.
Contrato de cursos educativos.
Algunos blogueros imparten sus propios cursos educativos. Y en tal situación, tampoco será superfluo preparar un contrato. Si, en teoría, un número ilimitado de personas pueden comprar el curso, entonces es aconsejable redactar el contrato en formato de contrato público, una oferta, y publicar dicha oferta en el sitio web del curso.
Este acuerdo es necesario para que en el futuro el participante del curso no intente devolverle el dinero pagado si no le gusta el curso o si no logra el resultado deseado.
El contrato debe especificar:
- qué incluirá exactamente el curso (lecciones en video grabadas, clases en línea, tareas, comunicación con el curador, etc.);
- procedimiento de finalización del curso (duración del curso, procedimiento de acceso al curso, examen de fin de curso, certificado);
- costo del curso y forma de pago;
- componente intelectual del curso.
En nuestra opinión, también es importante establecer en el contrato que el resultado de la formación depende exclusivamente de las habilidades y capacidades del propio participante, con el fin de protegerse de posibles reclamaciones por parte de los participantes en la formación.
Un contrato redactado correctamente reduce el número de posibles disputas y protege al bloguero de clientes y contratistas sin escrúpulos. Si necesita ayuda para redactar el contrato, póngase en contacto con nosotros.